El juego tiene una serie de características que favorecen enormemente el aprendizaje:

1. Despierta la motivación al ser algo lúdico y divertido.

2. Favorece la concentración al tener un objetivo muy concreto.

3. Mejora la memorización porque muchas veces se apoya en la repetición.

4. Desarrolla las habilidades sociales, el compañerismo y la labor de equipo.

5. Respeta las instrucciones y las normas.

Hay muchos momentos en el aula en los que podemos jugar. Algunas veces podemos dedicar toda la clase. Esas clases al final de trimestre que nos quedan colgando, o después de un examen cuando los alumnos están muy cansados, o cuando la mitad de la clase falta porque están en alguna excursión. En estas ocasiones forzar lo que teníamos planeado puede causar mucha frustración porque los alumnos no están receptivos. Es mucho mejor jugar y así repasar con ellos.

También se puede jugar al final de la clase o entre actividades. Nuestra experiencia es que si se les dice a los alumnos que si terminan pronto la tarea que están realizando jugamos los últimos quince minutos, se concentran mejor y se dan prisa. Algunos juegos duran casi una hora, pero otros se realizan en unos diez minutos. Cuando el juego es nuevo se tarda en entender las instrucciones, lo que es parte del aprendizaje tanto si están por escrito como comprensión de lectura o si se hace como una comprensión auditiva, pero después, como el objetivo es jugar varias veces el mismo juego, ya todo sucede rápido porque los alumnos ya conocen las reglas del juego.

Nosotros estamos convencidos de que el juego es una de las mejores herramientas para el aprendizaje. Y aunque ya teníamos muchos juegos por la página, hemos decidido reunir los que ya teníamos y crear muchos más nuevos para ponerlos en una nueva sección. De esta forma, creemos se tendrán a mano y clasificados para cuando con las prisas que solemos llevar, los necesitemos.