Los deberes

jueves 14 de marzo 2013

Debemos replantearnos muchas de las cuestiones en cuanto a los deberes. Por ejemplo, algunas de las preguntas que nos deberíamos hacer son:

  • ¿Por qué les damos deberes a nuestos alumnos?
  • ¿Qué nos hace decidir lo que hacemos en clase y lo que damos para deberes?
  • ¿Cómo corregimos los deberes?
  • ¿Qué hacemos nosotros y los alumnos con los deberes una vez que estos están corregidos?
  • ¿Qué tipos de deberes les damos?
  • ¿Cuál es el objetivo de los deberes en general y el de ese día en particular?

Vamos a reflexionar sobre algunos de estos puntos:

Los deberes son una parte importante del aprendizaje porque lo que se ha trabajado en clase necesita asentarse. En casa se supone que el alumno trabaja de forma personal e individual. Esto quiiere decir que para empezar, aprovecharemos las clases para realizar trabajos de parejas y de grupos ya que existe esa posibilidad y que en casa será un trabajo individual.

Muchos prrofesores se quejan de que la corrección de deberes es pesada y larga y que consume una parte demasiado grande de nuestras clases. Yo propongo reflexionar sobre el tipo de deberes que les damos. ¿Qué os parecen estas ideas?

1. Comprensión lectora.

Ya que la comprensión lectora es un proceso que necesita slencio y un ritmo individual para que cada persona ponga en marcha sus mecanismos de estrategias de comprensión, es una situación ideal para que se realice en casa. Ya, diréis muchos de vosotros, el problema es que no leen lo que les pides. Vale, es verdad en muchos casos, pero... ¿qué tal si el profesor les ha motivado de tal forma a leer el texto que no pueden esperar, que quieren saber el final, lo que pasa, que quieren contestar a las preguntas sobre la información que se ha anticipado para comprobar si son verdad? O si se divide la clase en grupos y dentro de cada grupo los alumnos leen textos diferentes que se complementan. De esa forma, si no se quieren los reproches del grupo en la clase siguiente, cada alumno debe de leer su parte.

2. Expresión escrita.

Muchas de las tareas de expresión escrita se realizan en clase en grupos, por supuesto, otras de forma individual. Lo importante es que a no ser que la tarea se evalúe sumativamente, esta se realiza en clase con ayuda de recursos y sobre todo con la ayuda del profesor, que va paseando por las mesas y subrayando errores, aconsejando sobre contenidos, estructuras, vocabulario, etc. Este trabajo, por lo tanto no es conveniene que se dé de deberes, pero una vez que la expresión escrita ya está trabajada y corregida, el trabajo de deberes será "pasar a limpio" ese texto. Es totalmente necesario que se vuelve a escribir para que se reflexione sobre lo que se ha escrito. El alumno entonces, puede pasarlo al ordenador, si quiere, poner el tipo de letra, colores y añadir fotos. Poco a poco se va confeccionando el dosier de su curso que al final de los dos años le servirá como repaso porque son modelos corregidos y limpios.

3. Comprensión auditiva.

A los jóvenes les encanta escuchar música y ver películas, ¿por qué no aprovechamos para darles los enlaces de los materiales que después vamos a trabajar en clase como deberes? Canciones en you tube que pueden acompañar de textos gracias a la página web "letras de canciones", por ejemplo. ¿Y darles nombres de cantantes y pedirles que escuchen el fin de semana y que escojan una canción que les guste?

4. Expresión oral.

Es verdad que todos los profesores no disponemos ni de los recursos ni de los conocimientos de la tecnología en nuestras clases pero los alumnos sí que lo tienen con seguridad en sus casas. ¿Qué tal que hagan como deberes pequeños vídeos de su barrio, de su familia o que se graben recitando un poema, explicando una foto, contando una anécdota? Estas pequeñas actividades son oportunidades que les damos para que sigan practicando en casa y que nosotros podemos escuchar bien en clase o nosotros en casa.

Estas son solamente algunas ideas pero espero que os sirvan para empezar. Se trata de que los deberes tengan sentido para ellos y para nosotros y que su corrección no se convierta en esa lista interminable de frases que todos tienen delante o que no nos pasemos nuestras noches corrigiendo esas expresiones escritas que luego ni miran y tiran a la papelera en cuanto se las damos. Debemos plantearnos realmente cada día:

¿Por qué les doy estos deberes hoy y cómo los voy a corregir mañana?


Leer cómics
29 Mar. 2013